Se han presentado iniciativas legislativas para priorizar la lucha contra el tráfico ilícito de flora y fauna silvestre en todo el Perú, además de actividades de expertos para sentar las bases y lograr una ley contra el crimen organizado en este ámbito.
Se registró que en el 2021, a pesar de la pandemia, se decomisaron más de 1,800 animales vivos en el Perú de acuerdo a reportes periodísticos. Todos ellos fueron capturados con el fin de servir de mascotas, para consumo o para extraer sus pieles, colmillos, entre otros fines.
“El tráfico de fauna es un delito casi invisible, por lo que se requiere mejorar las herramientas para su investigación y persecución, tal como se hizo con los delitos de tala y minería ilegal. Este no es un delito aislado, es una opción adicional de ingresos para quienes se dedican a otros delitos ambientales, por lo que requiere un enfoque integral”, así declaró Adriana Brusatin, coordinadora de la región Andes de la organización Panthera.
También se destacó que este es un delito transnacional en la región latinoamericana, por lo que la cooperación entre gobiernos es indispensable.